Pequeno achegamento aos seres máxicos das nosas lendas

jueves, 23 de octubre de 2008

A Santa Compaña


Los árboles se recortaban desnudos y descarnados sobre la nieve, que aparecía salpicada de oscuras lápidas de cementerio abandonado. Del antiguo monasterio sólo quedaban restos de la cabecera y el arco de entrada a lo que un día fue iglesia. El día comenzaba a hacerse presente de forma tímida y una hilera de sombras comenzaba a pasar bajo el viejo arco. Volvían a su lugar de descanso, ya habían recorrido los caminos para cumplir su misión: que, pronto, serán ... una más. Era en lo que habían sido convertidas, antes su misión era la de proteger a los caminantes, vigilar que llegasen bien a su destino. Pero,..., ahora, las divinidades del ayer se han convertido en demonios del presente.